Cómo conseguir que los niños duerman bien y solos

Si tienes problemas para conseguir que los peques de la casa duerman bien resulta fundamental consultar a los profesionales y escuchar sus consejos. A continuación te presentamos las mejores recomendaciones de los expertos para conseguir que los niños duerman bien y solos de manera eficiente y segura.

Cuántas horas debe dormir un niño

Según los expertos y algunos especialistas en desordenes del sueño infantiles, los niños deben dormir algunas horas concretas, dependiendo de la etapa de la infancia en la que se encuentren. De esta manera, según la Academia de la Medicina del Sueño de Estados Unidos, los bebés deben dormir alrededor de 16 horas de media cada día. En cambio los niños más mayores y los adolescentes deben descansar un mínimo de 8 horas por las noches.

Cómo acostumbrar a un niño a dormir solo

Para acostumbrar a los niños a dormir solos es importante acostarles pronto, y hacerlo todos los días a la misma hora. Según los expertos, alrededor de las 20 horas es la mejor alternativa para lograr que los pequeños descansen bien, porque a esta hora su producción de melatonina está más elevada, y será más sencillo que puedan dormirse de forma rápida.

Del mismo modo, es clave acostar a los pequeños siempre en el mismo lugar, para que puedan asociar este espacio con la hora de irse a la cama. Antes de ir a dormir es fundamental crear algún tipo de rutina. Por ejemplo: el baño, la cena y un cuento antes de ir a dormir. Así, los niños se irán preparando para descansar y será más sencillo prepararles para este momento.

También recomendamos acostar a los niños despiertos. Muchos niños se ponen a llorar o a patalear. En estos casos es importante relajarles, pero dejarles aunque estén despiertos. De esta manera los niños podrán crear sus propias estrategias para descansar y aprenderán a dormir de forma eficiente.

Finalmente, los expertos en bebés de EntreTartasyPañales también recomiendan dejarles algún muñequito en la cuna, su chupete o un trapo, para que puedan descansar más tranquilos.

Problemas para dormir más frecuentes en niños

Entre los problemas para dormir más frecuentes en los niños encontramos el insomnio infantil, que padecen el treinta por ciento de los niños de entre seis meses y cinco años, según los expertos. Encontramos también las parasomnias o sonambulismo, que afecta al quince por ciento de los niños, los movimientos relacionados con el sueño, cuya incidencia es del 59 por ciento en los lactantes, y del 5 por ciento en los niños de cinco años.

El síndrome de piernas inquietas afecta a un 2 por ciento de los niños más mayores y adolescentes, mientras que el síndrome de sueño retrasado suele afectar a más del diez por ciento de adolescentes.

7 consejos para que los niños duerman mejor

Del mismo modo, entre los consejos clave de los expertos que deberías tener en cuenta para que los niños se duerman mejor encontramos la importancia de crear una rutina. De esta manera el cuerpo de los peques se acostumbrará a los horarios. En este punto es importante tener en cuenta que la hora de acostarse y de despertarse tendrá que ser parecida a la de los días de colegio para que los niños no se alteren.

Las horas antes de irse a dormir siempre deben ser tranquilas, evitando la tecnología o las actividades de alta energía que puedan activar en exceso a los pequeños. Del mismo modo, es importante el no acostar nunca con hambre a los niños. Lo mejor es darles algo de fruta o de leche, evitando siempre las comidas grandes dos horas antes de irse a dormir. Tampoco debemos darles refrescos de cola o chocolate antes de ir a dormir.

Por el día es importante que los niños practiquen ejercicio físico y jueguen al aire libre, a ser posible con luz natural para que la melatonina pueda segregarse de manera adecuada. También recomendamos evitar las siestas largas y las que superen las cinco de la tarde para que los niños puedan dormir bien por las noches.

Además, la y habitación en la que duerme el niño tiene que ser tranquila y debería estar a oscuras y libre de ruidos. Si los niños tienen miedo a la oscuridad, lo mejor será escoger una luz de baja intensidad para que puedan estar tranquilos.

En cuanto a la temperatura de la habitación, esta no puede ser ni fría ni calurosa, siendo perfecta la temperatura a 20 o 21 grados. Del mismo modo, tampoco deberíamos usar la habitación de los niños para castigarles ni para jugar por el día, porque de esta manera los niños podrán interiorizar mejor que la cama es para descansar.

Finalmente, es clave que los niños no usen móviles, consolas, tabletas, ordenadores ni vean la televisión durante la hora antes de irse a dormir, y por las noches es fundamental sacar estos dispositivos de su habitación. Los niños más mayores podrían consultar sus redes o jugar desde la cama si no tenemos en cuenta estas recomendaciones, con lo que si los dispositivos se encuentran fuera será mucho más sencillo controlar estos hábitos.

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